lunes, 20 de mayo de 2013

EL PADRE


Quisiera poder lavar el rostro de mi padre,
coger algodón del polvo de la tierra
pasarlo por su cara, que sus rizos laman
su piel antes de morir.
Quisiera estar dentro de él, como una vez estuve,
galopando en sus testículos el día antes de ser lanzada:
le es fácil llevarme entre sus largas piernas
cuesta arriba en San Francisco en tiempos de guerra,
soy su carne, ahí pertenezco,
puede amarme sin reserva,
su placer seré.
Quiero sentir, en el roce de la tela,
el contorno de su piel marcada,
quiero lavarlo, como restregaba
los rostros de mis muñecas a fondo
antes de cualquier ceremonia.


Sharon Olds.
EL PADRE.

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