ser en los bandazos de los mundos como una polvareda de flores que un viento desconocido arrastrara por el aire de la tarde y la torpeza del anochecer y el azar dejaran en cualquier sitio, indiferente entre cosas mayores.
Ser esto con un seguro conocimiento, ni alegre ni triste, reconocido como el sol por su brillo y las estrellas por su lejanía.
No ser más, no poseer más, no querer más... la música del hambriento, la canción del ciego, la reliquia del viandante anónimo, las pisadas en el desierto del camello descargado y sin destino...
sábado, 11 de junio de 2016
viernes, 3 de junio de 2016
miércoles, 1 de junio de 2016
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